“Dos” sin “i”
¡Ay Dios mío ayúdame! En realidad nunca me ayudas…debe ser porque no creo en ti…o tal vez por mi conducta enfermiza de allegarme a las cosas y luego dejarlas, y así pasarme la vida, yendo y viniendo. ¿Ocurriría lo mismo si pudiera verte el rostro?, memorizar tus facciones y soñarme con tu frente, tu boca, tu nariz. La reconstrucción de los rostros, cuando se duerme y se sueña, debiera ser la mayor incógnita del universo. Soñamos con rostros conocidos y desconocidos, o tal vez inventados, vistos alguna vez y rescatados de la cajonera inconsciente, desde muy dentro. O quizás eso que llaman “de las vidas pasadas”; o incluso una vez le oí decir a alguien, cuyo rostro no recuerdo, que uno tenía todos los rostros del mundo dentro de uno. Como un perro que abriga parásitos por multitud, dentro de su barriga. En fin, soñamos con todo y nada. Y la nada toma formas del todo, para transformarse en nada nuevamente.
Una vez, siendo muy pequeño, soñé con ovnis. Muchos platos que, suspendidos en distintos planos del horizonte me miraban. Yo les temía porque no sabía que eran. Es más, no los conocía ni despierto, pues la ciencia ficción ni la palabrería en torno al tema, no había llegado a mí a esa humilde edad ¿Pude soñar con algo que aún no conocía? No poseía imagos, ni eidética. Ni un juguete con un extraterrestre adentro, ni calcomanías de aliens. Ni me sabía la canción de “los marcianos llegaron ya”. Nunca jugué al explorador espacial, pues reitero, era apenas un mono que aprendía a expresarse.
Entonces, dime Dios ¿porqué no estás dentro de mi cabeza, ni en sueños?
Pero no te preocupes. Una vez soñé con el Diablo. Era estilizado y muy naranjo. Así que como la dialéctica de la dualidad debiera funcionar, también debieras existir.
Entonces, con la última gota de saliva en la lengua te digo…
¡Dios mío ayúdame!
¡Ay Dios mío ayúdame! En realidad nunca me ayudas…debe ser porque no creo en ti…o tal vez por mi conducta enfermiza de allegarme a las cosas y luego dejarlas, y así pasarme la vida, yendo y viniendo. ¿Ocurriría lo mismo si pudiera verte el rostro?, memorizar tus facciones y soñarme con tu frente, tu boca, tu nariz. La reconstrucción de los rostros, cuando se duerme y se sueña, debiera ser la mayor incógnita del universo. Soñamos con rostros conocidos y desconocidos, o tal vez inventados, vistos alguna vez y rescatados de la cajonera inconsciente, desde muy dentro. O quizás eso que llaman “de las vidas pasadas”; o incluso una vez le oí decir a alguien, cuyo rostro no recuerdo, que uno tenía todos los rostros del mundo dentro de uno. Como un perro que abriga parásitos por multitud, dentro de su barriga. En fin, soñamos con todo y nada. Y la nada toma formas del todo, para transformarse en nada nuevamente.
Una vez, siendo muy pequeño, soñé con ovnis. Muchos platos que, suspendidos en distintos planos del horizonte me miraban. Yo les temía porque no sabía que eran. Es más, no los conocía ni despierto, pues la ciencia ficción ni la palabrería en torno al tema, no había llegado a mí a esa humilde edad ¿Pude soñar con algo que aún no conocía? No poseía imagos, ni eidética. Ni un juguete con un extraterrestre adentro, ni calcomanías de aliens. Ni me sabía la canción de “los marcianos llegaron ya”. Nunca jugué al explorador espacial, pues reitero, era apenas un mono que aprendía a expresarse.
Entonces, dime Dios ¿porqué no estás dentro de mi cabeza, ni en sueños?
Pero no te preocupes. Una vez soñé con el Diablo. Era estilizado y muy naranjo. Así que como la dialéctica de la dualidad debiera funcionar, también debieras existir.
Entonces, con la última gota de saliva en la lengua te digo…
¡Dios mío ayúdame!
5 comentarios:
El rostro de Dios es un gran hongo al lado de la catedral...
que fuerte lo q ue dice Trincitas
en fin
Gallo
Dios está taaaaaan dentro de ti que apenas se ve.
Se ve en tu pintura okey
Y siempre te está mirando el 100% del tiempoo...dale un buen espectáculo (que tenga de de todo un poco)
QUe Dios te bendiga Cristian Fuik
saludos
Mel
como el amor:
"no se ve,y no necesita verse; pero se siente y se siente fuerte".
(comprendo la duda que tenía, con respecto al tema)
cuida tu salud niño.
Coincido con las tres
-Es el hongo al lado de la catedral (increíble como ha resistido)
-Que tenga de todo un poco
y
-Cuida tu salud niño
esa fotografía...me recuerda una película japonesa: "El imperio de las pasiones", una idea de dolor, miedo, soledad, de horror, de hedor a basural...Tay perdío Fuica .
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